lunes, 11 de enero de 2010

Cuento: El núcleo social.

El núcleo social.

Y vaya que sí porque no se le puede tomar importancia ¿importancia a qué? A los chillidos melindrosos de esos cojudos, chibolos de mierda, no saben trabajar, pues sépase que, de todas las personas, yo tuve que hacer tal y cual cosa para poder masticar un chicle, que era lo único que se podía comprar con libertad. Pero si uno de estos días, Marco o Rod me dijese que se cansaron de tanta cosa, yo sí les doy su cocacho como las que recibía cuando… cuando… cuando vestía estos pantalones grandes, o sea, hace muuucho tiempo, porque sépase que no soy hombre que desperdicie tela alguna u oportunidad, y si para usar camisa debo matar ¿qué puedo hacer? eso tanto atrae como… como… como el dinero cuando me hablan de ir a pasear la rica coca a otras zonas. Como me gustaría dar de alma a la Rosita, pero ella es tan cumplidora hallando clientes que no puedo hallar una excusa para darle de alma y obligarle a hacer lo que tanto ella aprendió. Apenas una vez lo logré, y es que soy bueno con ella porque cumple, cumple tan bien que me llega a… a… a la punta del… bueno, que quede en mi imaginación a donde va, eso sí: sabe cachar como ninguna otra puta.

Mi vida es maravillosa ¡Vaya que es más que maravillosa! Ya que tengo… ya que tengo… ¿qué tengo? un techo, una puerta, unas piernas y un cuerpo, una mano, una cabeza, un dedo, hermanos, un papá bien bueno, uno de los mejores que existen hasta ahora. Que ¿si me pega? esta bien, algunas veces, pero debo ser yo quien provoque eso ¿o me dirán que nadie merece un golpe en su vida? pero tengo miedo, le tengo miedo, miedo como el frío, el malvado frío que llena mis… mis… ¿qué decía ese niño que siempre me dice que me compre una vida? ah, pulmones ¿o eran plumones? plumones debe ser. Que me cuide de los plumones o me enfermaré, y si eso pasa, podré visitar a mi mamá, que ¿quién es ella? según Rod, es de aquellas que andan en las noches, que visten como Dios sólo sabe, que pueden llegar a debilitarse con el pasar del tiempo si es que siguen en las andadas de su trabajo, que siempre van en busca de algo que es dinero. En suma, ni le entendí ya que Rod habla entreverado, parla de muchas cosas que ni entiendo, pero es mejor que nadie porque no me pega ¡qué me va a pegar! me cuida tanto que nos abrazamos cuando nos volvemos a ver. Lo más lamentable es que papá no quiere que hable con él porque no gusta de esas palabras, de eso ¿qué dirá? ni que estuviese en su mente.

No sé en que piensan los hermanos mayores, me meten en líos al estar aquí y ahora, en esta zona de pobreza. No tengo algo en contra de la pobreza, pero sí de un papá abusivo, de un papá al que debo pagar peaje- error, todos deben pagar para comer y dormir- porque si no se cumple su capricho, llueve sangre, llueve el desgarro y la sed de las palabras que no se conocen pero que se quieren pronunciar ante tanta carga sentimental. Debo soportar a una buscona por hermana, aunque no me maltrata, mis palabras no tienen efecto en ella: le agrada ser un títere carnal. Y si rebuscase en la vida vería que nació para agarrar dinero, o para ser más sencillo, mi papá le obligó a que hallase formas de ganar dinero porque él es un vago, un vago total, pero sigue siendo papá.

Rosita mendigó en la avenida Salaverry ¿cuál es la técnica de pedir dinero? una mirada simplona, o sea, de pena. Paso dos: hablar como los niños saben hablar con naturalidad, o sea, intimidado. Lo que uno debe hacer es que, por todos los medios, mientras eso no incluya el asalto o el hurto- y ay de aquel que se atreva a decir que son lo mismo- obtengas dinero. Diré que yo soy el segundo al mando de la familia sin contar a papá, y por ello tengo conocimiento de cada acto que realizan mis hermanos. Rosita es una buscona sin par, prefiere las noches, no porque sea el clásico encuentro de tipo romántico, sino porque los policías no molestan tanto, o sea que ellos pueden ser uno de tantos clientes, además que juega con su piel como si fuese chicle. O ¿es imposible? no lo es, tiene tendencia a ser una gran aprendiz de contorsionista, y con bastante imaginación ella es capaz de aprender el un- dos- tres del coito. Por eso, a veces, ni necesito decir que es una buscona porque a ella le buscan.

Debe ser un problema, cuando se es una enamorada, cuidar su salud sexual. Todas las coimas- y putos, sobre todo ellos- tienen una chaquira de un color o varios colores, y eso dice bastante: resume el precio, la experiencia y la sanidad. O ¿era al revés? cuenta la experiencia y la sanidad, por eso la chaquira tiene un color determinado. Todas- y todos- los que comienzan con el trabajo, deben tener una chaquira, y si tienes tus primeros cien, puedes tener una chaquira de color azul. Si sufres de una enfermedad sexual, menos el VIH, la chaquira es de color rojo, si no sabes si tienes una enfermedad sexual, la chaquira es de color naranja. Si sufres del síndrome que muchos ya saben, la chaquira es de color negro, y si estás sana porque te hiciste ver, tu chaquira es de color blanca. En suma, sólo puedes tener varias chaquiras, pero de dos colores: una azul si eres principiante hasta los noventa y nueve amantes, dos azules si superaste a los cien, tres azules si tuviste doscientos… hasta donde la persona pueda soportar, y la otra es rojo, naranja, negro o blanca. De lo contrario no hay trato ya que se es más confiable en un sistema de ese tipo, y debo decir que no es bueno mentir en la información que se da porque si algún amante sufriese de algo, y se tiene la chaquira blanca, no pasa del día siguiente la vida de quien engañó.

Las personas que usan la chaquira negra, roja o naranja, son aquellas que siempre deben soportar el hule del condón, si es que el amante así lo usase- algo que es tremendamente obvio y obligatorio cuando alguien tiene la chaquira roja o negra.

Pobre de ella, sí, tener que arriesgarse a usar la chaquira blanca y dos chaquiras azules. Sé que en cualquier momento puede desplomar sus defensas ya que no faltan aquellos que gustan de contagiar a los demás. Yo tengo miedo que eso le pase, por eso hablo con ella y le digo que se aleje de ese mundo, que yo he diseñado medios para ganar tanto dinero como la prostitución sin necesidad de venderse. Pero ella ¿qué puedo hacer si ella no quiere porque no sólo gana un poco más de dinero con mi plan si además lo disfruta, inclusive con el riesgo de…? Sus clientes casi siempre son los mismos: chóferes (maldito galicismo) y profesores de la escuela elemental (por no decir primaria) que, de no ser porque tienen un segundo trabajo en otro colegio, sufrirían la azotaina de la inflación.

Recuerdo que me hallé con un hombre sin barba, me miró varias veces- creo que miró mi muñeca para saber si yo era “Rosita”- y se agachó, musitó si yo sabía donde estaba mi hermana. No supe, en ese momento, que ella se dedicaba a esas labores, por eso yo le dije que sí, que se hallaba en mi cuarto ya que mi papá le obligó a que se quedase con él, que ¿pequé por ser aquel que no rebusca más allá de lo que debe ser un niño? Esperó varios minutos, luego mi papá salió con el mismo aroma nauseabundo cuando va al cuarto de baño mientras mi hermana se vestía ¿qué habrá hecho? ni lo sospeché hasta ese momento ¿qué quiere? tú sabes lo que quiero espere un momento ¿qué pasa? Rosa, no te preocupes, adiós, oye, estás en mi cuarto, sal de allí, y mi papá se acercó hacia mí y me dio dos bofetones carajo, no molestes ¿qué pasa? ¿por qué se metió a mi cuarto? no jodas, y otro golpe me cayó en la cabeza. Mi papá salió de casa mientras fumaba unos cigarros- obtenidos mediante mi dinero- Pall Mall. Yo comencé a caminar hacia mi cuarto, cuyo ambiente cerrado no impedía oír los sonidos que atravesaban la apolillada madera. Acerqué mi oído hacia la puerta y el sí, que bien lo haces, y el jadeo continuo, luego entrecortado, jadeo por aquí, por allá y por acullá. No más de tres minutos, histrión de zarzuela a medio acabar. Pero me bastó un minuto cuando vi a través del agujero que tenía la pared, por ese atrevimiento recordé miles de cosas: mis vidas pasadas, cuando fui asesinado en la guerra de los cien años por la señorita de Arco, cuando quedé combusto por la gracia de Nerón, entre otros hechos más traumáticos. Y si no grité o me volví loco fue por una fuerza que no había conocido, por la fuerza que el dolor también puede otorgar cuando uno llega al límite del dolor que el alma puede soportar. Me alejé del lugar y salí de mi casa rápidamente, mi mente salió de los esquemas que los ojos de mis coetáneos pueden ver, porque si ellos pueden ver azul, yo puedo ver azul marino o eléctrico.

Lo que debo decir es que no dormí por segunda vez en mi casa, y todavía no entiendo las razones por las que no perdí la vista ya que lloraba y lloraba como nunca. Mi resistencia había aguantado tantos recuerdos de golpe que fue tonto- para mí- creer que así viviría, y no es así. Al menos, no aguantaría tanto tiempo sin llorar, o habría perdido la cordura en unas horas más.

Pero ¿saben? he ganado algo: sé que la vida tiene sentido, mentira, tiene varios sentidos, como cuando uno respira, cuando uno agarra una hoja y la acaricia o la alimenta, cuando uno es madre y amamanta a su hijo con la ternura que el corazón humano puede ofrecer. Y si lo que mi mente creó, cuando vi a mi hermana sin ropa, es mentira, diría que la vida no tiene sentido, pero menos sentido tiene morir.

Al día siguiente, volví la mirada hacia mi familia y recordé la misión que debo cumplir: amar y perdonar cuanto yo pueda, sin importar lo que vea o sienta, y no es que sea un santurrón con tendencia a la cucufatería, sino que es lo que mi ente cree que debe hacer. Y si mi mente creó lo que vi ¿qué pierdo? nada, y así vivo mejor ¿o no?

Marco, Marco, hermano mío. No sé si podré convencerte de usar el proyecto Diamante, que me es útil cuando no hay dinero y debo pagar tributo a mi papaíto. No sé… pero me molesta tu robo con el estilo de matones, yo sé que no naciste para eso, que no eres del inframundo, pero ¿para qué ahogar a la persona en plena calle? para robarle, así se desmaya y punto final, no se opone, no sigue, ni algo. Eso- perogrullada mía- no es bueno, ni nunca lo será. Y para colmo de males, eres el esclavo de mi papá cuando te manda a ver lo de la cocaína, los quetes, y la venta. Yo nunca quise descuidarte cuando apenas tenías seis años, es mi culpa ¿por qué no pude defender tu vida de los zagales zarrapastrosos y pulgosos que te daban a palos porque no les caías? no te pude defender, y aprendiste a pelear como nadie ¡hasta golpeaste a nuestro último hermano! me amargué e intenté no seguir mis instintos, ahora ¿qué debo decir si te dejé con las cejas ensangrentadas y el labio herido? por tu violencia mi papá te pegó porque él ya no podía caminar, le dejaste como un paralítico durante una semana, una semana que no caminó y que mi papá te golpeó porque él no podía mendigar, así mi papá le gritase todo el tiempo, así mi papá le obligase a trasladarse, él no pudo y por tu culpa, por eso tuviste más palizas ya que hiciste doble trabajo, doble dinero que traer y más heridas que recolectar. Y luego, parece que te juntaste con fulano, mengano y zutano, quienes sabían desaparecer “mágicamente”. Te desapareciste casi como una semana, y cuando volviste, mi papá te abofeteó porque no habías traído dinero en todo ese tiempo, y luego tiraste una bolsa con fajos, varios billetes como rascacielos. Sí, actuaste como un mago, y mi papá también es un mago: gastó el dinero rápidamente. Se compró más ropa, más cigarros, caja de cerveza, la seca hoja de coca para hacer cocaína en tu laboratorio, mi papá me dijo- no me obligó porque el dinero que Marco trajo le había ablandado por una semana- si quería vender cocaína, yo dije que no porque me aburría- esa es una excusa que mi papá me hace recordar a punta de puñetazos- hacer algo que no consideraba como legal. Él sólo quería dinero para gastarlo, y no le importaba en que.

En suma, Marco se dedica a dos cosas: el robo porque amaba ver sufrir a los demás mientras les ahorcaba, y la venta de cocaína porque da dinero. Rosa se dedica a ser una buscona- o a ser buscada- y él se dedica a mendigar mientras mi papá es quien nos da la casa- que necesita ser arreglada- y la comida- que no es la mejor.

¿Volverás? todo por tu chuchita, adiós bien, otro dinero más para el montón, otro deslenguado que dice ser hombre, mil veces cojudos todos los hombrecitos que han pasado por mi ¿chucha? ni sé que decir, deben ser unos abortos de laboratorio que se alimentaron de porquería en las calles, al menos eso lo demuestra su virilidad dentro de la cama ¡por la puta madre! que si gimo o no gimo, que si grito o no grito ¡lo único que me haría gritar es mi mano o la pinga de un caballo! hombres, se creen machitos cuando van en grupo en busca de una en la noche, te preguntan ¿cuánto cobras? son idiotas, no ven mis chaquiras, y esa pregunta también me irrita, la siento muy putrefacta, como cuando uno de esos tontos quieren que se las chupe ¡masticar maní! no perdería mi tiempo con otra cosa que no sea la de los caballos. Cuando un hombre me dice que vaya a su casa, el costo es mayor ¿para qué actuar que me es placentero? para que me pague, lo más normal, y he oído en el barrio la frase a esta puta me la levanté tal día ¡mierda! no son discretos, no son buenos en la cama- sobre todo los adultos que se demoran media hora en una erección que dura seis minutos- y se jactan ¡pero que mierda son estos! perdedores, eso son todos hombres ¿y se dicen llamar el sexo fuerte? vi más hombría en un transexual que se arrancó el pene y que es quisquilloso- ¿o quisquillosa?- al punto que ni tolera ser tocado por los demás.

Es difícil hacer el juego. Es difícil que una principiante respete esas normas, yo lo sé por experiencia, dejarse tocar y no gritar- así el posible cliente te lo apriete con fuerza- mientras sus manos acarician esos pezones que deben ser lavados- porque muchos clientes no toleran la suciedad, eso también es conocimiento por experiencia directa- varias veces, o ¿cuántos tipejos que necesitan Viagra para que sea levantada chupan las ricas tetas que pocas tienen? El juego es sencillo de entender y no fácil de cumplir. No meterse con el cliente de otra, eso espanta a la clientela. No enamorarse de un cliente, prohibido totalmente. He visto muchas principiantes que no toleran ver al mismo chico que pagó por una noche, una o seis veces por semana, con otra. Y es que hay muchas alumnas que creen que primera vez es primer amor, o que la forma- así sea pésima- con la que el hombre tome control de la cama es la mejor de la mejor, ahora ¿a qué lleva eso? a los celos. Habrá caserito de putas, pero no de una puta, así de simple. Tercero, obedecer al patrón- si tuvieses, algo extremadamente común- como un tesoro. Insúltale o di cosas referentes a su capacidad sexual, pero nunca te rebeles o mañana puede ser que amanezcas envenenada, o peor aún, golpeada y desgarrada de chucha. Quinto, se amigable con las- o los, en el caso de los maricones y otros- demás porque nunca se sabe cuando una mano levanta a la otra. Sexto, nunca atacar al cliente- a menos que quiera matarte o algo así- porque arruina el negocio, y esto es táctica de cualquier hombre: es chismoso, y su voz es más fuerte que mil de mis gemidos cuando finjo tener un orgasmo de la puta madre.

Al pincho con él si quiere o no quiere ser parte de esto. Mientras más, más fácil. Pero el huevón de Rod se mariconea con los quetes, no quiere saber nada de eso, piña por Rod, total, yo no necesito de nada ni de nadie ya que me valgo por mí mismo. Soy mi amo y señor y no ese cojudo de mi viejo que cree que soy su esclavo, lo que él no sabe es que es esclavo desde hace ratazo, no sabe el precio de nada, a la merfi, no sabe de precios. Yo le digo tanto, los clientes saben como es la chamba, decimos el precio y el viejo cae, pero es más costoso de lo que cree, yo gano y él pierde, porque si le doy dinero, no sabe que caerá tarde o temprano ya que esos billetes son falsos, y como el cojudo es miope ¿sabrá si la llama está pastando o creerá que canta? y no todos los policías juegan con mis reglas, la mayoría de las zanahorias están en las oficinas, pero si hay uno o dos que no juegan mi partido ¿qué se les hará?

Cojudo es mi viejo, e hijos de puta son esos tombos ¡creen que no me doy cuenta de su presencia! no saben de su chamba ¿para qué se meten? les caerá plomo tarde o temprano, les caerá y nadie dirá ni pito, porque los soplones nunca duran, y al soplón se le reconoce por todos lados, así de simple. Pero espero que atrapen a mi viejo con los billetes bambas mientras me fugo a otro lado, lejos de ese maricón de Rod, lejos de esa puta de Rosa y de el cojudo de mi otro hermano, y es tan cojudo que mi vieja se murió y él se quedó sin nombre, mi viejo ni siquiera se molesta en llamarle, sólo le da un cocacho en la cabeza y él ya sabe que debe ir. Hasta entonces, con mi careta de hijo de puta, sonso y sin futuro.

¿Cinco lucas? ¿Crees que soy cojudo o qué? vete y tráeme más o ya verás, pedazo de imbécil. No puedo más, papi, no puedo ¿quieres que te golpee? no le pegues cállate y vete a hacer lo tuyo, pero eso sí, si no trae las cincuenta lucas hoy, los dos se joden conmigo, y ya saben a que me refiero con eso ¿lo sabes? sí, lo sé vamos ya no me dejes Rod, ay no me dejes, par de mariconazos no te acerques a él o te pegará sí, júntate con la loca de Rod no le insultes ¿y? ¿te importa? ah, sí, te importa porque tú eres su marido ya, basta, lárguense ya o les cae nos vemos cállate ¿por qué nos insulta? son ignorantes, creen que la violencia es la llave para vivir ¿mi papá me quiere? él me pega mucho y me duele no te preocupes, yo te cuidaré y eso me basta ¿o no quieres quedarte conmigo? yo quiero vivir contigo, nosotros dos, la Rosa me pega mucho, el Marco me insulta ¿sabes? necesito ayuda en un trabajo, con eso podemos ganar tanto dinero como Rosa cuando hace lo que yo sé ¿qué hace? esas labores que se hacen en la noche ¿dormir? algo por el estilo, pero más complicado ella debe trabajar duro más que duro, diría yo que eres delicado ¿por qué me dices eso? yo me entiendo, yo me entiendo así que ni te preocupes ¡no! dímelo ya está bien, vaya… sabes que muchos te pegan ¿sí o no? ¡no! no me mientas, oh, no importa, eres débil físicamente ¿qué importa? hay tantas cosas que valen la pena, y la fuerza no es una de ellas por eso Marco y nuestro pa’ nos dice maricones oye, no me confundas Rod ¿qué vamos a hacer? ni digas, eso yo ya lo veré ¿qué crees que haremos? no sé he pensado que es mejor vivir fuera de casa ¿qué? papá no es bueno, te vapula sin piedad, o ¿crees que ser fustigado es lo mejor? no te entiendo el ser golpeado es cruel, inhumano, y tú no mereces eso, eres una buena persona.

Por fin pude hallar otro sentido de la vida: ocasionar muertes y sentirse responsable por ese hecho.

Hice mil y un malabares para que él se acostumbrase a lo mejor que le podía ofrecer: unos cartones y una sucia tela que perteneció a un muerto vagabundo. La venta de mi producto fue más que un sonado fracaso, un golpe a mi imaginación ¿quién quiere leer poemas? cuando declamaba poemas en los carros, vocalizaba como la regla dictaba, entonaba y hablaba hasta que mi garganta sufriese las consecuencias de imitar a Whitney Houston. Entonces, mi hermano pagó la factura de mi capricho, mi endemoniado capricho que le llevó hacia la muerte, lo cual me pone en una titánica- si es que se me permitiese usar ese adjetivo- paradoja: me siento feliz porque él ya cumplió con su trabajo en este mundo y debe descansar en el otro mundo para revivir como mujer, acabó la lección que debía aprender en esta vida, pero ver su cuerpo y besar sus gélidos labios fustiga mi percepción de realidad, una alteración nacida por una lluvia torrencial, sólo una gota con la fuerza de millones. Y si alguien hubiese visto cuando los vecinos de esa zona sintieron asco- los muy hipócritas- de ver su cuerpo muerto, llamaron a todos los que pudieron y me obligaron a desprenderme de su cuerpo ¡su cuerpo perfecto! debía celebrar su partida, pero era un egoísta, un maldito egoísta, y, por desgracia, también- y sin saberlo- esa era mi misión: actuar como un egoísta, matar a mi hermano por egoísta y sufrir por mi egoísmo.

Pero si sólo fuese eso…

Haber detenido los juegos truculentos de mi papá le podría haber llevado a otro tipo de vida, si hubiese hecho lo mismo por Marco y por Rosita. Los diarios, los vecinos ¡todos comentaron la múltiple y secuencial masacre! mi papá mató a Marco al darse cuenta de lo que le hacía, que ¿qué hacía? le daba billetes falsos cuando vendía droga, cambiaba los verdaderos por los falsos, y no sé como, mi papá, quien no tiene esa vista de lince que muchos deben tener, supo la jugarreta y agarró una barra de metal y le partió los huesos mientras gritaba de dolor, agarró el machete y comenzó a partirle mientras vivía y estaba consciente, estado que no duró mucho. Luego de acabar de triturar su cuerpo, lo exhibió en la calle como si fuese un recordatorio para quienes intentasen engañarle. Eso habría quedado en el vacío de la mente de los vecinos- luego de una semana- de no ser porque se oyeron disparos, varios, varios disparos, y no quiero imaginarme que tan fuerte habría de sentirse, no quiero escindir más mi mente, así mi papá murió ¿cuál es la explicación? Mi papá se hizo tan poderoso- y sin saberlo- que ganó la envidia de muchos, y de la envidia al asesinato…

Por eso quiero desacatar mi misión en esta tierra, no quiero obedecer al sentido de la vida ni obedecer las misiones que tengo, así me cueste mil vidas más en este planeta. Por eso estoy con frío, con el frío que cocina la piel como si fuese ácido, frío serrano. Esperando que pueda quedar en el delirio y sentir que soy amamantado por mi madre antes de morir momentáneamente y no tan fugaz como cuando uno duerme. A ver si es que mis hermanos mayores puedan ser contagiados del dolor que uno puede percibir cuando ve el dolor ajeno.

- Mira, mamá- gritó un niño con vestidos andrajosos, miró el cuerpo de Rod y se acercó hacia él- comida- gritó de felicidad mientras articulaba sus entumecidos dedos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario