domingo, 13 de diciembre de 2009

Poemario: Síterdia.

He convertido mi poemario en discos musicales. Bueno, no tendrá sonido alguno, ni existirá (creo). Estas letras están a modo de publicaciones discográficas. Es un disco triple.

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Disco Uno: Apirexia.

Disco Dos: Calidoscopio.

Disco Tres: Altar.

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Disco Uno: Apirexia.

Memfermo.

Día normal, café capuchino, hijo obediente,
Esposa esclava sexual, perro que micciona fuera,
Diario pro gobierno, día normal.

Momento normal, carro estable, neumáticos nuevos,
Empleada servil, conductor servil, cocinera servil,
Todos saludan, la mano agitan, mis hijos suben, y yo también.

Elevan la mirada, evito calles horribles,
Sólo por Las Pizzas y Larco, luego por Brasil,
Les dejo, elevo la mirada y leo Newton.

Uso mi ordenador, manejo mi Porsche,
Mi esposa besa mejilla mía, llegamos,
Sale deliciosa, me retiro y alzo mi mano.

Llego al banco, bostezo, hablo contadores,
Alto ingreso, bajos egresos, muchas acciones,
Sonrío, camino y veo tablas: todo bien.

Garrapateo palabras, resuello y me siento,
Escucho noticias, organizo planes, todo bien,
Reúno accionistas, explico plan, aceptado.

Recorte salarial, salgo, conduzco, llueve,
Graniza, y el sol se desnuda, normalísimo…
No hay aves en el cielo, normal…

Llego a casa, saluda, como, hágome papacama,
Las líneas rojas caen, incrédulo, camino, llegan hijos,
Ni saludan, noche, cama, abstinencia… Normal.

Doe Run (away)

La palma combusta,
Yacida como brocheta,
Sazonada con caviar,
Es para mi galgo.

Con una parrilla de Cobalto,
Usando carbón de China, mezclado
Con azufre desde las profanidades arábigas,
Putrefacto mi comida rápidamente.

Calcino el arroz en una dos per tres,
Arroz indio y bien dalith, con especias
Desde el otro mundo (el feo de Europa)
Que se rió en sus ríos, ahora de plomo…

Ya quisiese acero de las víctimas
De trombas marinas, todo sea pa’ salvarles,
¿No decías pobrecito misérrimo, mientras
Ibas de compra, de continente en continente, a
Ver si te rebajaban hectáreas de dos países per uno?

Mi galgo anhela arrancármela antes
De tiempo, mas no quiero ello aún,
Cruda está, falta darle vuelta para que
Se llene de plomo, arsénico y mercurio.

Añado más manos robustas,
Todas entre ensaladas de bambú, olivo y
Flores de cerezo, y limpiaré las
Heces de mi galgo con plumas de halcón americano.

1821-¿???.

Atorando el mundo de artificios,
Vacuos de utilidad, eso es lo que
Más vende, tras el infierno de la bohemia,
Conversación intelectual.

Riéndome de las paradojas de la inexistencia,
Creyendo en ETA, FARC y en masones,
Visto una chaqueta con triángulos
color suelo vasco con un fusil cafetero…

Evacuando mis palabras como gas en botellas,
Triturando la lógica empuñada por los puritanos…
Bajo el fin del mundo, tras la verdad, adiós a la mente,
Y si la vida, te mirase ¿qué le dirías?

Leyendo los astrales naipes que curvan
El espacio-tiempo-histriónico-real hasta
El final de la cordura ¿se inflará el blanco cerebro?

Tras los chascarrillos de mi mente,
evocaré, evacuaré, vacuo, burlándome…
burlándome, de la fonéticas ¡comparándola
hasta la risa atascada en el retrete!

Siendo uno más… quien oye el puritanismo
Académico, asintiendo sin saber si vivo cuando
Me come un cocodrilo famélico.

Viendo un eclipse creyendo que Gandhi vive,
Repaso la gramática de Nebrija, diciendo
Mi mamá mimará mañana a Momo.

Llorando por las frases descontextualizadas,
Atadas a la “crisis por crecimiento” “baja la luna”
“alcánzame la chompa” “desde ya” “avanza atrás”
Y otras cosas, dignas de mentecatos.

Aun así (diciendo aún) si no (como si fuese sino)
Nos favorece el buen actuar de la mente,
Cada uno que trace su camino y haga de sus boberías
El pan de cada día.

Te diré… que hoy se alzarán las palas,
Te diré… que los periodistas serán asesinados,
Te diré… que no hay mano negra.

Y en esa cueva republicana, rezando desde
Grecia (desde el reinado, orden público e imperio) todos reímos.
Poeta.

Soy el mejor poeta de todos,
Mis palabras no tienen vida musical,
Ellas son música que vida otorga.

Cruzo el mar humano y quiebro
El más gélido y templado músculo-bomba
Para que ría de pena o llora de felicidad.

El sonido relaja los miembros míos,
Y sobre todas las cosas, a quienes
Lo escuchan atentamente.

Está exenta de florituras, casi arrollándose
Una con otra, pero armoniosamente,
Tras la sinapsis más útil en la vida.

Y como todas las cosas, hasta en su
Belleza hay ternidad, porque carece
De eternidad, sacro imperial.

Mas no tolera trasladarse
Al plano del HORRORCÓSMICOMATERIALISTA
Porque son vulgaridades, nada más que ello.

Degenerado.

Ya quisiese tener un blasón,
Marcarlo en mi penacho férreo,
Con un estandarte en la villanía,
Y con una espada en la derecha.

Con una misión digna y única:
Hallar al artilugio,
De padre astrolabio
Y de madre brujería,
Hacedor de la izquierda.

Tras un desierto acústico,
De gallos y valles por doquier,
La voz de los moros llega,
Aterriza como monzón,
Mas no saco mi dignísima arma.

Pasando el valle indio,
Do las ilusiones no nacen: se hacen,
Hallo a la gran mesa impía,
Cuyos comensales son “divinos”
Mas no saco mi metálico compañero.

Es menester que llegue (lo hice) a
La ciudad del cosmos, cuna
Del Gran Degenerador,
Y cuando desenvaino, me poso
Ante él para jurarle lealtad.

Etéreo.

Te llevaste mi corcel… Mas no fenezco,
Te llevaste mi carácter… Mas no fenezco,
Te llevaste mi honor… Mas no fenezco,
Te llevaste mi dinero… Mas no fenezco.

Te llevaste mis propiedades… Mas no fenezco,
Te llevaste mis esclavos… Mas no fenezco,
Te llevaste mis títulos… Mas no fenezco,
Te llevaste mi fama… Mas no fenezco.

Te llevaste mis casas… Mas no fenezco,

Te llevaste mis hijos… Y ahora fenezco,
Te llevaste mi alma… Y ahora fenezco,
Te llevaste mi esperanza… Y ahora fenezco,
Te llevaste mi amor… Y ahora fenezco.

Te llevaste mi vergüenza… Y ahora fenezco,
Te llevaste mi fe… Y ahora fenezco,
Te llevaste mi melomanía… Y ahora fenezco,
Te llevaste mi hombría… Y ahora fenezco.

Te llevaste mis recuerdos… Y ahora…

Disco Dos: Calidoscopio.

El despertar.

Tras los pasos,
El viajero lo miró,
Bajo sus gafas etéreas,
Le habló: Serás tan bella,
Que nadie te comprenderá.

Eso le contestó: No os burléis,
Y por cierto ¿qué eres?
Nadie, nunca, me había hablado.
Sólo mis pensamientos oía.

Te diré que eres magnífica,
Que soy un pedazo de nada,
En este eterno vacío, sólo
Si seguís así.

Y mi grandilocuente misión
Es liberaros de esa férrea
Y extraña atadura, sólo os he de persuadir.

¿Es cierto eso?

De hacerlo, las noches se harán,
Tú no serás la misma,
Te bañarás en mares y sales,
Sentirás cosquilleos y soplidos,
Brisas y virazones,
Te alabarán por ser como eres,
Grande e inmensa.

Sólo anhela ello, sólo anhélalo,
Y verás que eso es posible,
Pero tendrás que esperar a que
Yo no esté, os prometo que
Te veré cuando sea la hora.

¿Cuándo será la hora? Bien,
Querré que cumplas con tu promesa,
Anhelar, anhelar, anhelar… Anhelar.

Verás, bailarás de alegría,
Hiroshima es juego de niños,
Papatiempo, venid a mí,
Lux, tu también.

¡Llegó la hora!
Nace caos.

Anhelando el ABC,
Rezando por un futuro,
Hechizado hasta el fin,
Creyendo expresamente en el regreso,
Regreso igual a soldados
¿Dónde te metiste?

Me dijiste que el futuro era uno,
Que las promesas son palabras de Cassandra,
Que Yes no mentiría con sus revelaciones divinas,
Que mía era la belleza y no la desgracia.

Mas al espanto del espanto,
En un cubo juguetón puse las palabras,
Tuyas hasta la eternidad,
Y ahora se resbaló,
Calcinando toda amabilidad que tenía en vos.

Empero, hay algo tan cierto
En los acontecimientos que habéis parlado
Cuando apenas era el cuadrado más ardiente:
Hay caídas sonoras, húmedas y frías,
Sobran los andantes, muy diferentes entre sí,
Bajo una cúpula de simbiosis,
La naturaleza la crea,
Y tengo su sello entre mis dedos.

Paf, el viento ríe y gira,
Sobre todas las voces,
Es un emisario descuidado.

Ju, la tierra machacada,
Es nuestro soporte tan raro,
Sobre el conocimiento sin fin:
La bola que explota,
Y luego la explosión se revierte,
Haciéndose bola, y persigue su cola.

Was, alma viva hecha materia,
Ardiente con azufre,
O fría con oxígeno,
Maese Gran Tipo, segador de la sed,
Aniquilador del hambre,
Todos vuelven hacia ti,
Pero siempre tomas tu revancha,
Cuando menos la lluvia se lo esperen.

Sonaja.

Registrando mis memorias,
Ya de antaño, con billones de años,
Tiempo que no te veía.

Mis anhelos apenas son siluetas
Del desahucio, a pesar de vivir con rosas
Zarzas sin espinas, amapolas sin droga.

Oh, la más bella imagen mental,
Oh, tu presencia de caballero,
Ahora ni la requiero
¿Por qué tan mudo los inferis?

Luz, oscuridad,
Nigra, albus,
No más fotografías, no más recuerdos,
No, ni el pasado quiero ver.



No iré con zarrapastrosos en busca de la pasada felicidad,
Harto y furioso con el destino, negado por la tóxica palabra ajena,
Como si mi voz se doblegase ante la esperanza ya marchita,
Ni siquiera pensaré en un escuadrón que me cargue como El morado,
Porque un ente enfurecido como yo no debe perder la cordura,
Ni arrebatar sus palabras a sí mismo, sería un doblecara.

En la soledad, quedaré,
Me enterrarán mientras grite,
Podré cantar, y nadie lo oirá.

Podré vomitar, y ni el viento se molestará en llevarlo,
Las quejas son para los quejosos,
Universos.

Universos, creados por mí,
Un estallido ¿He de ser el inicio?
O ¿Acaso soy el círculo?

Un estallido y nace papatiempo,
Y su hermano mayor, Lux, ya estaba,
En sus manos pondré lo que me queda,
Hasta que sea la hora de repetir el plato.




¡Llegó la hora!

Diario (Frozen Endeavour)

Silba una vez, el prisma,
Y la luz como mira, tambalea su cabeza,
Algo ríe, algo cae, cae e informa.

Dentro del tren que rota,
Nosotros, hechos,
Vamos prostituyéndonos,
Mucho más ponzoñosos
De modo que la víbora se traga su orgullo,
Suicidándose, once and twice.

El sol se congela y la luz aún sigue,
Chivateando en el obturador, bañándose con la película,
Dentro de una Nikon o una Leica,
De la mano con un Times New Roman.

Socavando el esfuerzo,
Años de vida,
De maleantes y arcángeles,
Once and Twice, they must die.

O azucarando milenios de odio,
El frenesí del ¡Ya! Y quality ¡Down!
Y el más Devil de todos arrasa con
Jean du Arc.

Travesía.

No requerimos de féretros,
Que nacen de aluviones apátridas,
Con un pendón enarbolado,
Y que canta En la noche, bajo el valle…

Oyendo el ritmo,
Nuestro son,
No requerimos de artificios.

Quisiera hacer, un castillo de pólvora,
Mándarla sin piedad a acabar,
Fruto de mi esfuerzo por volar, volar más.

En nuestro huerto,
Yacen los días,
Las noches, los aluviones,
Los valle.

Y en la casa ajena,
Do la colina es áurea,
Nunca tu voz se oirá.

Alzas tu mano, aunque te la cercenen,
Crees en fábulas con complejo de Esopo,
Y tus neumáticos van… A la autopista,
Creyendo que así llegarás.

Mas el futuro es único, esplendoroso en tu esfuerzo
Sin decir Marketing, ni Duty Free, ni Affaire,
Valdrás más.

Y te diré… Que el futuro es tuyo,
Mas gánatelo cultivando tu huerto.

Los vientos traen tus sueños,
Ya te pasan facturas apátridas
(sonido de guitarras eléctricas en tono festivo, 1’15’’)
Las lluvias flamígeras te brindarán,
Una oportunidad, no la descarte (no lo hagas)

Treinta años de rebeliones,
No deben ser removidos en un día de lejanía,
O milenios drogándose coca en Caral
No debe ser curado por una revolución con sabor galesa.

TV.

La patata es levantada…
(8’’ de sintetizadores)

La patata es levantada,
Se da vuelta para decir que
Los necromagos le mojaron.

La patata… es levantada sin fin,
Su cabeza está aplastada de papilla,
Siendo caníbal con los gnoquis…
Tras el agua, hervida,
Tras el aceite, hervido,

Sin tregua.
Sin tregua, tras el aceite…
Oyendo la voz de la patata,
Diciendo que es papa,
Aunque no sea santa,
Les han de decir que vivan,
Como debe ser,
Sin control mental
Falalalalacias.

(4’’ de sintetizadores)

Para la patata… Para la patata,
Tres días de aceite,
Dos años de asiento,
Un segundo de libros,
Cien años de…
Milenios de televisores.

Milenios de televisores…

Pasillo UCI.

Mandado al mundo, do Hipnos yace,
Sonriendo…
Creyendo en el ABR, en la hostilidad del movimiento.

Los horrores de cada loseta son espantados,
Un destello que murmura mientras agarra su hoz,
A ver si el humano decide detener sus engranajes.

Creyendo en las tierras níveas, tras el inicio…
Donde se respira un enrarecido humo amargo,
Nido de los problemas que envenenan el manantial nuestro,
Cuyos artificios no dejan de ser tristes (1’15’’ de clarinetes
Con guitarras eléctricas y sintetizadores)

Sus mantas las ensucia, se levanta por necromancia,
Se levanta y ríe, ríe mientras se tropieza,
Ríe, andando tras la pared, el vaso y ventana, destruidos,
Sin obstáculo, ha de, caminar.

Pa
La
Bras,
Pa
La
Bras,
Bras, pa, la, bras, bras, la, pa, pa, la, la, bras,
Desorganizado por la eternidad, desahuciado
Mientras empuña su sonrisa (9’17’’ de guitarras,
Clarinetes, sintetizadores)

Incrédulos, salen de sus habitaciones
Mientras las palomas se alzan, ágiles,
Para ver que quedó de él.

Sólo una decisión anhelan,
si es que no tiene bilirrubina:
reciclarse hasta el delirio.

Disco Tres: Altar.

Yes.

Las vigas toleran tu peso,
Do pasaron tantas almas,
Cerca, pero nunca dentro,
Sísifo.

Los celosos vitrales descuidan su pensar,
Una [colocar palabra que supere a en extremo hermosa]
Que remueve explicaciones.

El sacerdote mantiene atadas a
Las palabras, esperando recorrer
Su derbi para cerrar los párpados,
Lástima que éste muy adelantado.

Panecillos planos guardados están,
Sujetos a las reglas del uso correcto,
No pueden si quiera mirar la noche,
Por más que la luna explotase.

Los humanos estuvieron con Mésmer,
El parlamentar no llega al decibel,
La hoja añeja oye su crujir y se oculta,
Tanto hermetismo tiene el ritual
Que el oprobio ha de caer con el chillón.

No nos importa, pero, porque sólo tengo
Ojos para ello, que se introduce en mi mente,
Ajena de mis deseos, hasta que aceptaste,
Y por eso un enjoyado aro de esperanza es mi tributo
Y muestra de mí mismo, Fido.

Time and a Word.

En la caja espero (tu presencia con voz)
La luna encinta, ingrávida.

Escucho tu sonaja, a ver si alumbras mi cueva,
Sentado en la mecedora de roble,
En la mecedora de roble, cuando oí al senil de mi vida.

En muros coloniales se apoyaba,
Mientras hacía sus redacciones etéreas,
En pos de mejores relaciones humanas,
Para desterrar los humores tóxicos hacia el otro.

Los pergaminos acariciados por hijos de Gutemberg,
Ya tan desfasados, los habías coleccionado para revender,
Y con suerte te hacías de un cuchitril y jamones.

(No hay leyes más bellas
Que la mano estrechada con
El otro, a ver si parlamentamos
De mejoras en las relaciones)

En la caja (tu presencia con voz)
La misma luna antes de ser tú,
La misma luna, dulce sonaja de vida,
…Y de muerte.

Con esculturas del rococó, una imagen de Chaplin
Colgando muerto mientras gira vitalmente,
Ese soy yo, ese eres tú.

Tu susurro lo anhelo,
Dentro de mi caja,
Con ventana.

The Yes Album.

La orquídea, sostenida, mira en aquel vaho
Nebuloso globos de vitae plusia, tan cándidas
Y psicodélicamente amables entre sí,
Mas no eternas, suben al inframundo y caen al cielo.

Los vasos, con materia, anhelan ser llenados
Pa’ regocijarse y bañarse, estar en su salsa,
Dando tumbos en las montañas y cargando
La mole redonda, una y otra vez.

El pastel, casto y pío, es acechado
Por enemigos artificiales: Don Tempus,
Sir Vacui o Forugoten-sama, quienes
En confabulación lanzarán su grito
Nada bueno y demoledor.

El suelo,
Que rechina
Y rechina
Alumbra con su
Oscuro fulgor
De mil años
En el dos mil.

Los discos ni siquiera
Han tenido su luna de miel,
Con Miss Lady Laser,
Acerca de lo que es andar
Ya sea rápido o lento.

Y sobre una silla
De alcanfor y naftalina,
Un zagal maniquí
Tumba su cabeza contra la pared,
Lentísimamente,
Lentísimamente,
Viéndose envejecer en el cuarto
Mustio.

Fragile.

Los hilos lo conducen,
La brisa colabora amigablemente,
La mano lo conduce con destreza.

Aun entre artificios destructores,
Cañones israelíes y tropas americanas,
Levita…

Tras la muralla color amor,
Sigue galopando sin claudicar,
Aun con gritos sangrientos,
Con huellas de algarabía,
Levita…

Reflejado por el rocío de la sonrisa,
Levita sin cesar, amando la vista,
A pesar del día,
Su velo embellece su figura mítica,
Y el soplido mágico le otorga vida,
Un humano en sociedad.

Aun con coplas,
A merced del loco,
Aun con armas,
En oplotecas de carne,
Levita…

Aun con llamas siempreverde,
Dando fe en los muertos,
Mientras su delicia de lengua
Da el último ósculo,
Levita…

Podrá oír cumbia,
Tal vez bebop,
O tal vez sophisti-pop,
E inclusive igbo,
Y aun bajo las mismas condiciones,
Levitará…

Close to the edge.

No hay diferencia entre mi parqué y el otro,
Azul ígneo, como el sol.

Las alfombras con imágenes de cedro
Se repiten, cada una danzando,
Mientras su mano pasa tras el biberón.

No hay diferencia entre el parqué azul y verde,
El brillo no es intenso ni opaco, cada una tiene
Un semblante que es fácil de ver.

Las cortinas tienen bordados de platino,
Hebras que trepan por ser mejor,
Tan encantadoras, sublime mirada.

No hay diferencia entre el parqué frío y de madera,
La dureza no lo dice todo… Prístina es su posición,
Envidia ajena, castigo de los casados y manjar de solteros.

Las lámparas, larguiruchas y cóncavas, otras
No tan tejedoras sin ser del campo,
Dan ideas cuando el conocimiento llega a las 18,
Y nunca sobran en su correcto uso.

No hay diferencia entre el parqué de crema ámbar y roja,
En sus clásicos taconeos, tras el fanfarroneo y la experiencia,
Está el tropiezo y el delicado movimiento sincronizado.

Empero, las palabras,
C
O
L
A
P
S
A
N
Se confrontan las ideas, el tiempo usado,
Y mi peor enemigo, el único que puede replicarme,
Está reflejándose ahora, mostrando la ignoratia.

Tales from Topographic Oceans.

Pacíficamente sigue el trayecto,
Húmedo por los siglos…
Besa su casa de veraneo por milenios.

Besa su casa,
La respira sin dolor,
No le preocupa el exceso,
Ni siquiera si volverá a sus raíces.

Claro que no,
Por una casa en lo oscuro,
Aun si las corrientes se opusiesen,
Si los ciclones quisieran despedazarlo,
O si las corrientes le alejasen.

En paz irá a su casa,
Tan perfecta en su belleza,
Que no hay placer más divino,
Por el que todo ángel se degradaría,
O por el que Dios recordase antaño.

La casa tras un mundo no-conocido,
Más allá del dolor… Sin paroxismo,
Atado por la eternidad.

Hasta que sea detritus…

Relayer.

Pasaran las palabras tras
Una estela color carmesí,
Las mismas que arrollarán
Nuestro destino como humanidad
Y dejando nuestra entelequia
Como baratijas inútiles del alma
¡Jamás debiésemos permitir tal infamia!
Nuestras trompetas caerán los férreos muros
Hechos de sofismas, tolerando hasta choques nucleares,
Mas no, nunca, nuestra nota en el pentagrama,
Basta sólo nuestra voz amplificada…

Alabamos nuestro esfuerzo con la sangre
Que nos fue heredada por el placer, jamás por amor,
Y es nuestro combustible para avanzar tras
Buques cazadores de aviones y submarinos
¡Tontos, no los necesitamos! Alcemos las manos,
Que se desplome nuestra ira hecha paz falsa,
Despojémonos de nuestras mascaradas
Indefensas para revelar nuestra rabia,
Acumulada desde antaño.

Cacemos las sombras ajenas y usémoslas
A favor nuestro, que las armas de los caídos
Sea sólo un juego pueril, tan bastardo como irrisorio,
Y en su sufrimiento alimentarnos,
Y en su sufrimiento, cortando sus órganos, aún vivos,
Aún vivos, con el pulso que agoniza,
Los llantos ya apagados, y las
Memorias de familias a millones de metros
Que rezan por un regreso tan fútil…
Esos llantos, ya vaporizados,
Refuerzan nuestra fuerza, heridos hasta la muerte,
Aún nos movemos y aplastamos tanques medianos,
Porque jamás dejaremos que machaquen nuestra identidad,
Porque jamás dejaremos que nos machaquen,
Porque jamás dejaremos nuestra identidad,
Porque nuestra identidad no abandonaremos,
Porque jamás,
Jamás…
La identidad…
Y las tropas por millones,
La tierra que bebe nuestra sangre,
Una tropa ajena que toma el esfuerzo de sus caídos,
Y nuestra cultura por los suelos.

Going for the One.

Nada la luz, horrendo visor de vida,
Que mata amicalmente, con un adiós
Que nunca llama al timbre.

Se regodea con las algas, ya marchitas,
Y es fuente de Su Majestad, los otros…

Todo porque existe vida,
Todo porque existe vida,
Así es la luz, húmeda en su desierto,
Ya arcaico y efímero.

¿Qué es la luz?
Eterna onda delatora,
Que yace en su bacanal de ensueño,
Suspirando en las profundidades.

Acostada sobre el cuerpo
De marinos en su carabela,
Nada la luz, es nada.

Nada, nada, nada la luz,
Ella define Vida, ella define Muerte,
Estira la pata o solloza, húmeda y jara.

¿Cuál es el sentido de ver?
Ella responde: Soy hija del Sol,
Pero, vosotros sois mis hermanos.

Tormato.

Dancemos rápidamente,
Que la noche se jubilará,
En el clásico ah (uno) ah (dos) ah (tres)
Y no esperará retrasos nuestros…

Dancemos rápidamente,
Que el día se sumerge,
Bajo el conocidísimo oh (cuatro) oh (cinco) oh (seis)
Y volverá… En su órbita de catre ya añejo.

Dancemos, el amanecer nos bendice
Con su mirada quieta, inocente, penetrante,
Carnal y amabilísima,
Sobre todo cálida.

Amanecer de la vida, pista de baile
Que reproduce un mundo sobre mundos,
Y así como enlaza un recuerdo,
Todos los recuerdos se enlazan a uno.

Dancemos, que la noche es amable
Y tremendamente pudorosa,
Pero nada le perdona esa naftalina
Llamada tabú.

Dancemos, humano mío,
Al sur de tus polos,
O a admirar las luces norteñas,
Las que extasiado observo, mas nunca frío.

Dancemos, que ahora estamos hechizados,
Con nuestras correrías de magia negra,
Buscones de una vida nada proba,
Dancemos, hacia el centro de la tierra.

Drama.

Por este nanosegundo creí,
Que no hay esperanza,
En cargar bultos ajenos…. Nos…

¿Yaces, esperándome?
Aún es temprano
¿Lo olvidaste?
Caminemos.

Se va la apirexia,
Apirexia,
Apirexia,
Luces… súbitas…
Di, di, mundo, altísimo,
Hongos, alucinógenos,
Cordones diabólicos, mundo alucinógeno.

Envuelto por gamas,
Tal vez betas,
O tetas,
Verde monte Monteluz,
Efluvio de la muerte,
Hedor de la vida,
Una zona vegetal,
Virginal,
Vaginal.

Envuelto, en gamas que
Me hacen un placero,
Más porque amo el placer,
Mi sexo aspira cocaína,
Me purgo con ayahuasca,
Y vomito mis pesadillas,
Volcando un mundo do sólo
Vuelan los soñadores, hacia el sol
Y sin broncearse.

Es que alguien dio alas,
Y tú eres viento.

90125.

Te lloré,
Te tuve,
Te acaricié,
Y en mi perdición te di mi gloria,
Te cargué,
Tras aquel llano ardiente,
que sólo te envolvió en lágrimas.

Ni me fijé que eras,
Porque sólo sentía tu alma
Que combusta pasión
Y apaga dolores,
Eres conductor de vida,
Y yo un triste chauffeur.

Pesa tu existencia,
Paño de eternas lágrimas impermeables,
Interesante objeto encantador
Que manifiesta un cruk:
Objeto al inicio, humano al final.

Hablamos,
Parlamentamos,
Dialogamos,
Declaramos,
Confesamos,
Gritamos,
Parlamos,
Charlamos,
Y en ese valle te digo
Que no creí
Ser idiota.

Alguien me chismoseó
Que esto podría pasar,
Pero apostando a mi realidad perdí.

Tu estela gangrenada reclamaba vida,
Y me pagaste tan barato, mas aun os traté
Como tu estela reclamaba, y en la cima,
Tiraste la carne por placer.

No me arrepiento confiar,
No sería humano de no confiar,
Errar no es humano, es divino.

Big Generator.

[Sonidos de voces sin sentido, cuasi ritual, 9’12’’]

[Sonido de guitarra eléctrica, maullando, allegro sostenuto 12’03’’]

Vivirééééééééééé…
Vivirééééééééééééé…
Y nada sobrevivirá… Veo mi alma, apasionada,
Danzando cual puta, revolcándose en el sin fin de música,
La ciudad se ahoga en su autismo,
Auauauauauauautismo,
Auauauauauauauautismo,
Oh, jo, autismo, es sorda a la creatividad,
Y un ciclón se la llevará, se la llevará.

[Sonido de saxofón y sintetizadores, sonido Kozmich, 12’19’’]

Arde la lluvia, mojando a la estúpida,
Mojando a la estúpida,
Con sus ciudades radiales, oxidadas,
Lejano de la vida, creyendo que su grito es música.

Me rio en el río,
Mojándome de mi mismo, viendo
Como la lluvia oxida sus vidas.

[Combinación de sonido ibo y hausa, con motorik,
Luego yendo a rock progresivo, 20’32’’]

Y la nada quedará,
Sentada en su sombrilla,
Oyendo a los cadáveres,
Como cantaban afónicamente,
Fofofofofofofofofofofofofofofofonicamente,
Y la nada se reirá en el reír,
Sintiendo el óxido ajeno,
Satisfácese con su dígito,
Dididididididididididigitóóóóóóóóóóó.

Oh, no,
Los cadáveres resuellan,
Libando sus oídos de purezas,
Mas yo me ato en mí paradoja,
Parapapararararararapaparadoja.

Anderson Bruford Wakeman Howe.

Uh, te tragas reglas de café,
Riendo sin dientes ni vida
Que detenga tu locomotora,
Oyendo los ecos mentales,
Pero ahora eres uno con el pupitre,
Y mira como el tiempo te gana,
Levanta el dedo y se ríe…

Levanta el barco, andante y chocante,
Las olas titánicas, en aras del vellocino vas,
Y giras y giras de muerte, te ríes en tu miseria,
Vas, vas, vas y vas…
Humeante tus anhelos, nada calmados,
Hediondos de pasión y motor sin motivo ni gloria alguna,
Un mundo estúpido y fútil,
En el que te desnudas al nadar en lava.

Decías que hay do mirar arriba,
Y más allá de las aves, las rejas
Han de vigilar en vigilia tu actuar,
Mas el mundo da botes, y
En el camino que anda es la pista patafísica,
O que de excavar un futuro de fulgor,
Habrías de hallaros con el mundo abajo,
Y de pensar que eres lo que eres,
No más decir que evitas la mirada cruzada
Por una atracción vetada en tu lugar.

Agarra tu bisturí,
Danzas alegremente,
No paras ante el reproche de
Negador del Abracadabra,
Y tumbos das, tumbos das, das…
Y la vida ajena es el asfalto
En el que se camina ¿No?
Y quien lo pidiese en
Una entrada no permitida
Sería tu amo y señor ¿No?

Union.

Andamos juntos,
Descalzos…

Ayer, hoy, y eternamente,
Besándonos mientras el frío polar nos sopla
Tragándose la piel nuestra.

La tierra ¡Cuán suave es!
Los luceros cómo nos envidian,
Tan altos y menos intensos.

Oh, mundo, que tan alto estamos,
Y tan frío se pone el mundo,
Mas ambos vivimos, besándonos.

Oye, amor mío, que desnudos,
Aguantamos el ciclón de vida,
Ignorando cualesquier cuchillo que corte
Nuestro nudo de vida,
O la avalancha que hunda
Nuestros cuerpos, alegres…

Señalo ello, esto, lararará
Si nuestro bastión formase un árbol,
Verde sería el Everest,
Y sus frutos nuestra humanidad.

Si el mundo se opone,
Le daremos su hipogeo
Y diremos lararará.
Sí el mundo se riese,
Beberemos de su copa
Y en este caos,
Sobre millones de metros,
Danzamos en el apogeo
Del mundo polar.

No más odio,
Ni más irrealidad.
Contra el atentado al bienestar,
Tu fuerza, y la mía,
Ha de bañar los universos con maremotos de paz.

Talk.

[1’ de sintetizadores]

[12’12’’ de música hausa, 2’ de sinfónica]

[1’23’’ de violines, Stradivarius y saxofones]

[Himno Nacional de Perú remasterizado, rock progresivo con heavy metal.
Cambio rápido y virtuoso de la fanfarria, antes de entonar letras, heavy metal]

[Grito ritual]

Bbababababababa,
El aroma de victoria llena mi existencia,
Trazando una circunferencia,
Tal vez medio polígono,
O un pentágono,
Do tocamos seis mil violines,
Y en el cielo, tras el crepúsculo cuasi rosado,
Las nubes ¡Cómo manifiestan su inexistencia!

Vida, bybye,
Mundo, bubú,
Tempus, grated,
Mictoria, sectorial,
Lerdos, bebos,
Tempos, adeptos,
Trayecto, Serbia,
Vida, Thanos,
Mundo, Uqbar,
Oyuentes, sepia,
Vectores, errores,
Garrapatas, garrapateando,
Redactanmdo el implosivo fanfarrónico de la fanfarria,
Hubicando orrores catatónicos,
Vida, bybye,
Vida, bybye,
Nununu, bes, vida, vitae,
Muerte, thanos,
Vida, lavo,
Hector, seco,
Graham, llamada,
Error, vitae,
Lumpen, Bron,
Helio, Syncro,
Urbano, clepto,
Adiós, vitae,
De vermis, mpiistery
Äeíhoü, Arcobuline.

Open your Eyes.

Parlando con Timothy Leary,
Tomo té de alcachofas,
Tras el espejo, y sus sombras.

Aprendiendo la frialidad del escorbuto,
Acerca de viajes yoguistas,
En el mundo, en mi mundo, siempre, eternamente.

Negando que el alma exista,
Tras un soporte físico,
Cualidad de la indestructibilidad,
Reímos placenteramente,
Mientras leemos un libro de niño, enfermo, franchute, afeminado, eternamente…

Alentando que la vida no gira,
Sino que nosotros giramos,
Desatendiendo nuestros demonios,
Acallando eso que llamamos sinceridad.

¡Por qué no dejan que la libertad,
La nuestra, sea perpetua,
En vez de encadenarnos perpetuamente!

Zapateando alocadamente,
El alma agarra su llave, remueve el candado
Y en su alegría, vea como parla,
Uniéndose dos más al mundo téreo.

Parlamentando acerca del espacio,
Y su eterna belleza,
Bebimos mil gotas de cafeína,
Doce millones de galletas Crackers,
Y oyendo nuestro mundo,
El espacio,
Psicodélico.










Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah…
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
The Ladder.

Brumas,
Las que se tragan
Esa esencia.

Nebulosas,
Horripilantes, con
La voz afónica.

Magnificando las desgracias, hacia el más allá,
Las corrientes, arremolinan una y otra vez, mas nadie
Oye las advertencias, y los advenedizos han de advenedizarse.

En el ciclón,
Las carreteras no ceden
Al paso de la marcha verde.

Violinistas candeleros que
Obedecen a la batuta del destino,
Saben el límite de su sapiencia,
Y ocultan su voz en la nebulosa.

Comiendo sus brumas, haciendo bromas,
Prendiendo el ordenador, oyendo la radio,
Y publicando libros malísimos de poesía,
Desdeñando lo espontáneo,
O generalizando una generación ficticia…

Entonces ¿Cuál es el orden universal?
Bobos que adoran bobos,
Con esa Mano Invisible que todo lo perfecciona,
Y que ahora yace en su subterfugio, como millones.

“Ideamos una receta,
Cocinémosla, masifiquémosla
¿Acaso no es la pólvora?”

Magnification.

¿Qué haremos cuando el mundo se acabe?

¿Tocaremos guitarras?

¿O leeremos más libros de autoayuda?

Oye, humano, que si el mundo se acaba,
No pienses en el dolor, sino que volverá,
Como siempre.

Ignora si el otro ha de masificar tus ideas,
O si no cree ni en su sombra,
Agarra tus ideales, átalos y defiéndelos.

Oh, a tu alma ni la denigres,
Uno muere, mas todo sigue.
Unos mueren, y aún todo sigue.
O tal vez quieras ser un placero,
Hundirte cómodamente en el placer,
Bien por vos.
Aunque no hay problema si la salvación,
Ajena, es la que buscas, o si tienes un ejército
De dioses que os esperan.

¿Cuándo será El Fin?
¿Acaso en la mano Divina
O en la implosión solar
O más irrisorio, pensando
En asteroides,
O más cruel aún,
En el apogeo del humano?

Si hoy fuese el fin
Ríe,
Si hoy fuese el fin
Haz lo tuyo,
Que siempre hoy es el fin,
Siempre lo fue, y siempre lo será,
Porque hoy dormirás, pero has
De ignorar si te despertarás.

Sólo se tú mismo,
Y no un fámulo estereotipado.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Novela: El amanith.

Aquí va el segundo capítulo de mi novela, y se ha hecho muy largo. No sé como acabará. Ayyyyyy...

Capítulo 2: El hallazgo de Daxokü.

Y cuando lo recuerden, llorarán
De amargura: el día que sientan
Preocupación y amor por los niños,
Éstos nunca más volverán a existir.
La balada de la humanidad.

Ladrones o no, amanith o no, son clientes sentenció la señora Occotote, quien decidió atenderles inmediatamente. Filete, suprema, pechuga, pierna, alitas, todo en carne de pollo. Papas fritas con aceite de sacha inchi, arroz de las islas del mar amarillo, bolas de arroz y pastel de queso con jamón. Daxokü y Da’lember masticaron la comida mientras le daba monedas de diversos valores, pero que sobrepasaron el coste real de la comida. Issehán Occotote sufrió cuando se vio obligada a despertar a su marido y a sus hijos para buscar la diferencia de dinero entre sus bolsillos, siendo su búsqueda más que infructífera. Se dirigió hacia los niños como si fuesen wambalith y les pidió disculpas por no encontrar el dinero requerido. Pero los dos se rieron luego de oír esto: desconocían el sistema de cambio del dinero y no sabían cuanto debía darle realmente. La señora Occotote también se unió a la risa y le dijo que podía darle alojamiento por una noche, el servicio de baño lujoso, un producto para la cicatrización de las heridas hecho con baba de caracol, nuevos trajes, comida para una semana con conservantes naturales y un mapa para dirigirse hacia los lugares más exóticos y famosos de la isla Dorianahashi, además de las zalemas que sólo eran reservadas para los wambalith, pero que ella hacía la excepción ante este caso tan particular. Los niños aceptaron mientras acababan con el décimo plato, bebieron algo de slagush, una bebida dulcísima que impide la sensación de sed durante los siguientes tres días, hidrata el cuerpo hasta la mitad del tercer, pero tiende a emborrachar a quienes lo beben desmedidamente. Se miraron mientras sentían el recorrido de un impulso nervioso que viajaba desde los pies hasta la cabeza, sonrieron mientras la señora veía que la bebida había surtido efecto, les llevó hasta el cuarto de baño, desnudó a cada uno de los niños y les arrojó agua fría, luego sintió que estaba demasiado fría y la temperó, se hizo tibia y dejó que Da’lember fuese remojado, pero él se resbaló y su trasero amortiguó la caída, siguió riéndose mientras la señora Occotote humedecía algunas zonas secas, luego aumentó el caudal del agua y por último humedeció su piel con jabón instantáneo, una lluvia de burbujas ocuparon gran parte del cuerpo del crío, quien no paró de reír por las cosquillas que sintió. Removió toda la suciedad de Da’lember y volvió a remojar su cuerpo para remover los restos del jabón, luego secó su piel, la piel del niño y le dio la orden de no moverse mientras bañaba a su hermano, Da’lember asintió levemente, musitó algunas palabras y cerró los ojos. La pobre señora Occotote sufrió cuando tuvo que remover la tierra impregnada las llagas me venían mejor comentó mientras recordaba las múltiples heridas que Da’lember tenía por todos lados, usó el O1, que era el jabón más tóxico para los piojos, cuyo hedor era tan fuerte como efectivo para asesinar a los parásitos, y me sobra declarar su magnitud con sólo un hecho: una gota de ese jabón bastaba para alejar durante un día a cualquier persona sensible a esos “aromas” de exquisitez aséptica, pero como los niños estaban aturdidos por el slagush, el primer sentido que perdieron momentáneamente fue el olfativo, por eso ni se quejaron. Metió su dedo dentro de la nariz, de los oídos, de las uñas y del ano, removió cualquier secreción asquerosa mientras se maldecía por ser tan honesta al no poder retractarse de lo que ofreció, menos engañarles. Remojó el cuerpo de Daxokü y le quitó los hedores, la mugre y hasta los piojos. Secó su cuerpo, les cortó las uñas de los pies, la mano y les transportó hacia el cuarto donde ellos dormirían, pero ellos ya estaban casi dormidos. Aun así, la señora Occotote decidió acabar con lo que había prometido: empolvó sus cuerpos con el talco más perfumado que tenía, acabó con tres botellas de su crema para la regeneración de la piel en menos de una hora, comenzó a preparar la comida que ellos necesitarían para mañana en la tarde mientras la crema se secaba y hacia su milagroso efecto. Cuando la crema se secó totalmente, les vistió con lo único que tenía a la mano: la ropa de su hijo, quien comenzó a insultar a los calmados clientes. Issehán le amenazó con botarle de la casa si se comportaba así, fue por eso que su trabajo se multiplicó en calmar a su hijo, cocinar sin que la comida se estropease y ver que Daxokü y Da’lember pasen la mejor noche que tuvieron.

Cuando Da’lember se despertó –once de la mañana –casi no se reconoce: las heridas que había tenido cicatrizaron inmediatamente, no sentía la pesadez del dolor que siempre siente cuando despierta, tampoco sintió el hedor que le parecía tan natural, o la ausencia de picazón sobre su cabeza. Percibió el aroma que despedía su cuerpo y se estremeció de placer, por primera vez la suciedad no opacaba un aroma que le era tan extraño sentirlo en su realidad. Sintió las frazadas hechas con tela de alpaca que tanto le protegieron de la gélida noche, miró a Daxokü, quien estaba en la misma situación, excepto con el olor, que tenía un añadido ligero de amoníaco. Paseó su olfato sobre la piel de su hermano y el mismo estremecimiento sintió, que produjeron los aromas. Besó la mejilla del niño y se levantó, miró sus pies, que estaban protegidos por las medias de color blanco con dibujos de ballenas y palmeras, y salió de la cama antes de darse cuenta de que el suelo de madera estaba brillando intensamente –si lo comparamos con lo que podría brillar con la cera normalmente. Salió del cuarto y miró el pasillo con el suelo de madera, todo lo que veía brillaba, hasta le pareció ver que las paredes brillaban. Miró, desde lo lejos, una silla ocupada por el cuerpo de una mujer muy hermosa, pero golpeada por el cansancio que el obligó a dormir casi súbitamente. Da’lember reconoció a la mujer y sonrió: era la señora Occotote. Se dirigió hacia ella y volteó hacia la derecha, donde se hallaba una mesa llena de ollas de madera de cedro, todas envueltas con telas de diversos colores. Miró el rostro de la señora Occotote y le sonrió mientras respiraba: eso bastó para que ella se sobresaltase, miró al niño y suspiró.

– Vaya que me asustó –comentó la señora Occotote mientras sonreía, se quitó la pereza y se levantó, bostezó y parpadeó varias veces –pero mi trabajo lo he terminado ¿qué le parece? –preguntó.
– Yo no soy yo ¿verdad? –preguntó Da’lember mientras se observaba fugazmente, la señora Occotote apenas le oía ya que su cansancio no podía ser superado sin dormir, y ella apenas había acabado recientemente.

Volvió hacia el cuarto donde había dormido la pobre ha trabajado mucho pensó Da’lember mientras caminaba cuidadosamente, el suelo tan brillante podía hacerle resbalar. Unos segundos después de entrar al cuarto, oyó el estornudo de otra persona, miró el pasillo, pero la señora Occotote no se despertó. Comenzó a jalar la puerta para ver dentro, la primera contenía el baño; la segunda, la cocina donde los aromas de lo cocinado se mantenían en el ambiente; la tercera, el cuarto donde dormía. Entró al dormitorio cuarto, do varias personas dormían hacinadamente, aunque muchos rostros indicaban que se hallaban cómodos, vio que uno de ellos titiritaba de frío, su piel blanca manchada con negro se movía tanto como cuando Daxokü era golpeado por su madre, o al menos eso recordaba Da’lember, el niño le miró con encono, no se movió, pero su mirada demostraba que quería despedazarle sin compasión. Suspiró y se retiró del lugar al verle, se echó sobre la cama y pensó si la señora necesitaba de verdad el dinero… en ese momento Daxokü ya se había despertado, hizo lo mismo que su hermano, con la diferencia que no despertó a la señora Occotote. Volvió al cuarto y halló a su hermano, todavía despierto.

– ¿Desayunamos? –preguntó Daxokü mientras olía el cabello de Da’lember, que mantenía el aroma del jabón.
– La señora está dormida –musitó Da’lember, quien parpadeó varias veces, bostezó y se levantó –ya no tienes heridas en la cara.
– Muéstramelo tú también –ordenó Daxokü, su hermano demoró en desabrochar los botones de su camisa de lana, y observó que su piel estaba lisa y sin cicatrices, ni heridas, ni costras. Daxokü revisó sus brazos, sus piernas y su pecho, quien tampoco mostraba alguna herida, cicatriz o costra.
– Debe ser una bruja –comentó Da’lember mientras abrochaba los botones de su camisa –pero una muy buena –y luego de decir esto, se echó sobre la cama y durmió.
– ¿No deberíamos levantarle?– preguntó Daxokü. Da’lember se echó de costado hacia Daxokü y musitó varias palabras, entonces Daxokü habló – puede ser, mejor durmamos.

Pero su sueño no duró mucho tiempo, la señora Occotote se despertó y les indicó que todo ya estaba preparado, que el desayuno sólo requería ser calentado. Los niños salieron de la cama, fueron hacia el comedor y se sentaron mientras observaban las tapias de la chingana, todas de color amarillo con bordes blancos cerca de los tomacorrientes. Cuando Daxokü recibió su primera ración de leche de vaca con quáker, se oyeron varios pasos, murmullos que se transformaban en ruidos, ruidos que hicieron el toc, toc, toc, una discusión que se amortiguó con la lluvia torrencial de palabras del mundo escatológico que un adulto pronunció. Y si hubo espectáculo, fue la sorpresa de varias personas al comedor, un padre gruñón, dos hijas chillonas y un infante desnudo. La señora Occotote buscó –y claro que halló –fuerzas para no gritar por lo que pasó, pero no dejaba de musitar –evitando que los hermanos le oyesen –lo vergonzoso que representaba su familia: un borracho, dos ridículas y un desvergonzado, y cuando su hijo le oyó, replicó que si estaba así, fue porque ella regaló ropa a los niños. Y luego el temblor de la mano, la sartén que se quemaba, la espátula que parecía ser un gusano con el destino de ser carnada. Frió tocino, huevo y arroz, sirvió el desayuno dentro de dos platos y miraba los limones verdes y naranjas, los cortó y exprimió, luego lo mezcló con agua mineral –sólo para las circunstancias debidas, comentaba la madre una vez, mucho antes de ver a los hermanos –y con azúcar rubia –economiza, es más saludable y más dulce que las demás, comentaba mientras preparaba la limonada una tarde de verano. Los niños devoraron la comida y suspiraron, halagaron a la señora Occotote y fueron a revisar lo que llevarían para el camino. No pararon de reír cuando creyeron lo difícil que sería cargar todo eso, en ese momento la dueña preguntó.

– ¿Y dónde viven?
– Mamá nos ha…
– Mamá decidió que no debemos vivir con ella.
– Pero… que desastre.
– Afortunadamente, pudimos obtener el dinero…
– Y si no le hubiésemos hallado, nos habrían robado en la noche.
– Claro, es muy difícil que unos niños se protejan en la noche, con todo el peligro que hay ahora, los amanith agarran las cosas de los demás cuando menos se lo esperan, y no sentirían remordimiento si les matasen.
– Eh, somos amanith.
– ¿De verdad? buena broma, no puede ser, los amanith no saben pensar.
– ¿Y qué son?
– ¿Nosotros? somos comerciantes, al menos yo lo soy, y la mejor que hay en estos lugares.
– Sí, si hasta nos quitó las heridas.
– Pero mi hermano decía que era una bruja de las buenas.
– ¿Brujas? por favor, sólo los amanith creen en las brujas, los hechiceros y el demonio.
– Lo cierto es que, bruja o no, ángel o no, nos ha ayudado bastante, y no sabemos como pagarle.
– Ya lo hicieron, si con todo lo que han consumido tengo para refaccionar la casa, comprar mejores muebles, comprar una congeladora.
– ¿Le alcanzará para lo ropa de su hijo?

Cuando el niño oyó la pregunta, se retiró de la cocina abruptamente y golpeó la puerta de su cuarto, allí se fue toda la magia con la frase chillona vuelve aquí, inmediatamente, regresa ahora y discúlpate con ellos, pero su hijo replicó no, porque ahora ellos se burlan de mí, ahora parezco un maldito amanith, un bastardo entre los bastardos, pero su madre no toleró lo que dijo y le fustigó dentro del cuarto. Claro que los niños no vieron el desastroso fin de su visita, pero lo intuyeron con un llanto agudo, la sangre que goteaba de una correa con bordes férreos y de apariencia filosa con algunas púas redondas a lo largo del objeto. Da’lember sacó una moneda de su bolsa y la dejó sobre la mesa espero que pueda comprarle ropa. Ahora la señora había trasladado su estado anímico de desesperación hasta el asombro, de la indiferencia hasta el estupor y la felicidad, pero de esas que pueden ocasionar la muerte cerebral por exceso de estímulos recibidos. Issehán Occotote se arrodilló ante ellos y les dijo que nunca había encontrado personas tan majas en esta zona, que la moneda dada bastaba para cerrar su negocio por la eternidad y que sus hijos no sentirían hambre hasta la adultez.

¿De dónde habrán salido estos niños? se preguntó el señor Occotote mientras llevaba el cargamento de los hermanos, quienes parloteaban de muchas cosas que no entendió el hombre. Debían caminar durante veinte minutos hacia la estación Barack, una de las más importantes de la isla Dorianahashi. Muchos wambalith que viven fuera del domo Dorianahashi – por razones de población –visitan el domo todo el tiempo porque se sienten como en casa, pero son pobres económicamente en comparación con los que viven allí, en cambio, de vivir entre los guetos de reqcbith, deambaqith y de amanith les hace sentir superior ante los demás, pueden humillar a los demás sin que se les replique y compran más de lo que podrían hacerlo en el domo Dorianahashi. Además, es la vivienda del amo y señor de la isla – mas no del reino.

– Bien, niños, esta es La Gran Estación Barack –gritó jovialmente el señor Occotote mientras dejaba el cargamento –no sé a donde quieren ir, pero si quieren una recomendación, todos los lugares son buenos, tan… bueno, decidan a donde ir –añadió luego de sacar un cigarro, lo encendió y fumó – pero nunca vayan al domo Dorianahashi –les advirtió.
– ¿Por qué?– preguntó Daxokü mientras agarraba parte del equipaje – ¿Qué de malo tiene ese lugar?
– Tiene todo lo que vosotros no habéis visto –respondió el señor Occotote, cargó el resto del equipaje y volvieron a caminar –pero los únicos que pueden entrar son los wambalith, los reqcbith y los aprendices –dejaron de caminar cuando llegaron a la boletería, compró dos boletos para niños clase A y se alejaron del lugar.
– ¿Quiénes son los aprendices?– preguntó Da’lember mientras abría uno de sus equipajes, masticó la bola de arroz que la señora Occotote les preparó.

El señor Occotote parpadeó y se detuvo, volvió a repasar lo que oyó y resolló, tosió y siguieron caminando de verdad, ellos sí pueden ser amanith pensó inmediatamente, temía que fuesen amanith porque la ley prohíbe ayudarles, a menos que fuesen aprendices.

– Se les llama aprendices a quienes desean gobernar el reino, ignorando su casta –respondió el señor Occotote luego de ocupar un asiento en el paradero –pero para eso requieren los sellos.
– ¿Qué son los sellos?– preguntó Daxokü, agarró una segunda bola de arroz y la tragó, el señor Occotote tembló de frío y de miedo, tosió y miró hacia el cielo.
– Cada gobernador tiene un sello cuando manda órdenes, hay varios, no recuerdo cuantos –respondió –pero esos sellos tienen otra función, cuando el aprendiz gana batallas contra los gobernadores, obtienen una marca del sello, y los aprendices deben coleccionarlas para ser quien gobierne el reino Ampara, que no es algo insignificante, además, los sellos en su conjunto, tienen la función de cumplir un deseo para quien gana las batallas.
– Suena…
–…Mortal –interrumpió el señor Occotote, reventó varios furúnculos de su brazo y les miró –los gobernadores son designados por el rey de Ampara, y no son cualquier cosa, saben –y musitó después de decir eso –magia.
– Pero su esposa dijo que eso no existe –replicó Daxokü mientras sacaba dos bolas de arroz, el señor Occotote golpeó el asiento más cercano que tenía.
– Antes de conocer a mi esposa, yo era uno de los centinelas del domo Thumer –susurró el señor Occotote mientras se le acababa el cigarro –en esa época, Suoh Dóngod era el dueño de las islas del reino Ampara, y él visitó el lugar por unos asuntos de negocio, o al menos él decía eso, porque nunca fue bueno para guardar secretos, era un deslenguado. Y cuando entró, un aprendiz se acercó hacia el amo del domo Thumer para retarle, ya que sería su primera víctima entre los amos de los domos que supuestamente derrotaría con facilidad. Suoh hizo que todos los que estaban allí fuesen a presenciar la pelea, el aprendiz no duró más de diez segundos en batalla.
– ¿Qué pasó? –preguntó Daxokü, dejó la bola de arroz por la concentración que ponía de su parte para poder oír lo que el chirrido del tren interrumpía.
– Le arrancó los brazos –respondió inmediatamente, botó la colilla del cigarro y tosió –cuando pisoteó el suelo, él salió disparado del lugar donde estaba, y cuando estaba a punto de caer, el amo le agarró el cuello con una mano, con la otra agarró su hombro y separó el brazo del cuerpo, volvió a repetir lo mismo y proclamó como acabada la pelea.
– ¿Le arrancó los brazos? Ese hombre debe ser muy fuerte –comentó Da’lember mientras se mordía las uñas, todavía limpias por el buen trabajo de la señora Occotote –me gustaría hallarle para ver como pelea.
– Pero, dijo que usó magia, o no ¿cómo usó la magia?– preguntó Daxokü luego de recoger su bola de arroz.
– Usa magia para fortalecerse, o también para hacerse inteligente…
– Ah…
– El tren ha llegado, lo mejor será que se vayan pronto, cargaré sus maletas, luego exijan el carrito, que lo hallarán en la siguiente estación ferroviaria – declaró el señor Occotote luego de parpadear otra vez, el maldito tic no le dejaba en paz –y no me importa si son o no son amanith, gracias por todo – añadió luego de besarles en la frente, dejó el cargamento a cargo de un deambaqith, quien trabajaba dentro del tren, llevó el equipaje a otro vagón y regresó posteriormente.

– ¿Puedes ver con el ojo?
– No del todo.
– Se ve horrible ese ojo.
– Oh… a ver si puedo comprarme otro ojo ¿verdad?
– No, no venden ojos.

Entraron a uno de los vagones color rojo en las franjas y dorado en todo lo demás, excepto en las ruedas que era de color verde esmeralda. Vieron que las personas, en su mayoría, eran wambalith, personas de piel oscura y de cabello verde lacio, ojos de un solo color y de manos delgadas y suaves. Claro que hay amanith, reqcbith y deambaqith con esas características físicas, pero en su forma de hablar hay un dejo que no puede ser removido de su dialecto. Los wambalith– o la gran mayoría –son excelentes padres. Cuando se preocupan mucho, son insensibles al sueño y al hambre, pero son los primero en establecer diferencias entre uno y otro… ocuparon un asiento y siguieron hablando del ojo que Da’lember dañó. No querían volver a casa porque mamá nos vendió, y nuestra libertad tuvo su coste, o eso decían cuando se sentían culpables de huir a casa.

– Y el cristal de Gates, he escuchado que el primer Rem lo usaba para aniquilar a sus oponentes, bastaba pensarlo y eso era todo.
– Claro… claro, es amanith ¿no es cierto?
– ¿Y cómo lo sabe?
– Lejos del color verde falso de su cabello, lo sé porque usó un tinte malísimo para camuflarse aquí, no es capaz de imitar nuestro dejo, lo que nos hace pensar que robó el boleto de alguien más.
– No, para nada.
– No me mientas, sólo los amanith creen en magia.
– Porque he visto magia por mi propia cuenta.
– Chico ¿qué tal si le hacemos volar?
– ¡No! no quiero volar.
– Vamos a hacer el avioncito.
– Suéltenme.
– Una…
– Dos…
– Suéltenle.

La voz de Daxokü se oyó hasta el tercer vagón contiguo, los jóvenes les miraron sorpresivamente ya que era muy raro que alguien se preocupe por otro, más si quien sufre eso es un amanith, y es muchísimo más raro cuando un amanith protege a otro. Los jóvenes le soltaron y sacaron sus cuchillos mientras sonreían.

– Pero ¡no lo creerán! son los chiquillos de la calle Oba que botamos.
– ¿De verdad? pero ahora se visten como gente.
– Y no apestan.
– Todavía, a ver ¿a quien le robaron?
– A tu perro.

Si hay algo que muchísimos wambalith detestan –a parte de la chusma de los amanith –son los perros porque son considerados como sucios, indignos y plato corriente de los amanith, tener un perro en casa significa ser un pobre pobrísimo, es como decir la lacra entre las lacras. El joven se aferró a su cuchillo e intentó acuchillarle, pero las sirenas del vagón impidieron el ataque. Las sirenas suenan cuando el tren llegará a la estación más próxima.

– Tienes suerte, pero para la próxima… no te metas conmigo.

Le había golpeado en la cabeza contra el mango del cuchillo, los jóvenes se retiraron y descendieron del vagón, Daxokü miró al anciano fijamente, no llegó a parpadear ni siquiera cuando lloraba.

– Vámonos a otro vagón.

A diferencia de los vagones antiguos, los vagones actuales pueden ser “invadidas” por los pasajeros que guarden algún objeto. Todos los objetos eran guardados en un compartimiento con un número determinado, y ese número determinado es el mismo de la llave que cada pasajero con equipaje lleva para entrar en el vagón de carga central y buscar sus pertenencias, número seis, siete, noventa, cien ¡ciento treinta y cuatro! abrieron el compartimiento de sus pertenencias y sacaron varias cosas, sólo las que podían cargar, lo cerraron y siguieron caminando hasta el fin del vagón, que acababa en la entrada de otro vagón, los niños entraron y se sentaron sobre las sillas que se hallaban allí. Miraron la ausencia del techo de ese vagón y sonrieron, quitaron los envoltorios a los platos y comieron pollo al vino y cerebro de mico con chocolate.

– Si quieres, te doy mi ojo, porque es mi culpa que te quedes sin ojo.
– No, yo agarro tu ojo ¿y cómo lo meto? no lo sé, prefiero no hacerlo.
– Pero no puedes mirar bien.
– Sólo quiero estar lejos de mamá, ella es la culpable.
– ¿De qué?
– De tratarnos tan, tan, no sé ¡no sé cómo decirlo! yo quiero estar lejos de ella, nada más.
– Y te apoyo, pero cree que estaremos en casa dentro de cinco días.
– Nos vendió, o alquiló, lo cierto es que no nos merece.
– Ideas locas, pero eres mi hermano.

Se acercó hacia su hermano lentamente, los dos comenzaron a oler lo que cada uno había comido, Daxokü sonrió mientras miraba los ojos de su hermano mayor, Da’lember agarró el rostro de su hermano y le besó en la mejilla, luego en la frente y posteriormente en la boca como mamá comentó Daxokü luego de besarle en la boca, se rieron y se echaron sobre divanes que fueron colocados como equipaje de otra persona. Daxokü revisó sus bolsillos y halló un viejo papel pergamino, lo sacó y lo desenrolló con cuidado, no tenía algo escrito, estaba totalmente vacío y apestaba a nabo, el mismo aroma que el señor Occotote ostentaba.

– ¿Y cómo llegó esto?
– No lo sé ¿tiene alguna imagen?

Los niños no sabían leer, su madre nunca se preocupó por eso, además, ella tampoco sabía leer excepto los números de los billetes. Lo que más les llamaba la atención en un papel era la imagen mostrada porque creían saber su contenido mediante la mirada. El papel tenía un aspecto antiquísimo, algo dañado, arrugado y sucio, pero carecía de alguna escritura que se haya añadido. Y junto a el papel había un collar de vidrio que mantenía un líquido azulino oscuro, Daxokü se lo colocó en el cuello y sonrió, Da’lember agarró el papel y lo revisó varias veces, luego se lo devolvió a su hermano.

– Nada, sin imagen.
– Bótalo, no es útil.
– Me lo quedaré… no he visto algo parecido antes.
– Es fácil decir eso si sólo tienes un ojo.
– Ja, ja ¡gracioso te crees! ¿No?

Daxokü se levantó, salió del último vagón y miró los rieles que fueron pasados por el movimiento del tren, Da’lember se le acercó y le miró, Daxokü sonrió y se sentó sobre las barras color negro, donde las personas apoyan sus manos cuando sienten el extraño instinto de estirarse y respirar fuera de los vagones. Pero cuando el tren cambió de dirección bruscamente, su hermano se resbaló y su cuerpo ya no estuvo sobre las barras negras del tren. Da’lember le sujetó el brazo, pero el peso de su hermano, la velocidad del tren y los movimientos bruscos –por las piedras que los niños colocan en los rieles como diversión –y continuos del tren hicieron que Da’lember cayese junto con su hermano y se golpeasen contra las vías del tren, sus cuerpos rodaron varios metros, sobre un campo casi muerto, lleno de rocas y que clamaba una lluvia torrencial para el alimento de las plantas. Horas después, los hermanos se levantaron lentamente, estaban más adoloridos de lo que creían, varios huesos estaban partidos, sus heridas, aunque no sangraban mucho, eran varias y espantosas. Daxokü silbó tanto que los dos se olvidaron del dolor, a pesar que él no era afectado totalmente por la anestesia acústica. Se sentaron cerca de las vías del tren –porque apenas tenían fuerzas para moverse –se vanagloriaron de las múltiples contusiones que cada uno mantenía como si fuesen unos trofeos. Da´lember miró el collar y se fijó que no estaba roto, al igual que el papel, que estaba más que intacto, parecía novísimo. Daxokü le quitó el papel y avanzó hacia las vías del tren, las vías que comenzaron a producir un chirrido, los vagones hicieron el ruido que no podían evitar hacer, Daxokü se tropezó e intentó zafarse de las vías, pero el tren siguió andando y no paró después.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Días felices: Entre espíritus muertos y escuadrones de la muerte.

La semana pasada y esta han estado muy divertida (acerca de los temas que no he comentado, y que orbitan dentro de la coyuntura nacional, siendo muy presuntuoso inclusive que escriba "nacional", cuando no limeña) y me fuerza, por placer, necesidad o vocación, a que le dedique palabras o párrafos.

Caso Pishtacos-Escuadrón de la Muerte-"Aquí nunca hubo ni habrá Escuadrón de la Muerte otra vez".


Lo lamento, Warhol, enlatar grasa humana es más atractivo, y más llamativo.
Decir que el descubrimiento de los Pishtacos reveló la mafia que comercializaban extranjeros con grasa humana fue el peor plan maquinado por el gobierno. ¿Por qué decir el Gobierno y no otra institución? En la revista Oiga (el crédito se lo lleva La República por recordarlo) se muestra el caso "Pishtacos mataban para vender grasa humana en Miraflores. Aquí los hacían chicharrón" y curiosamente re aparece (en pleno caso Petroaudios, caso Ariza, etc), sólo con la diferencia del coste (¿Será que esos 65 dólares de 1989 valdrían 15 mil $ de ahora, gracias a la política de García?) y aquí ya no se menciona Miraflores, sino El Extranjero. Obviamente el general Eusebio Félix Murga (o ex-general) salió a dar declaraciones, ya sea con la venia del Ministro del Interior o no (y esto último es difícil), como si estuviese entonando alguna fanfarria. Ahora está en su laberinto. La noticia trascendió al mundo y los especialistas nos liposuccionaron la ignorancia supina. Con medios de comunicación chaperos (y no te hagas el loco, prensa neoliberal, oportunista o sensacionalista, sé a qué medios peruanos hablo) y un poco del abracadabra con imaginación psicosocial, todo es posible.

Pero llamó la atención la cantidad de muertos (60 a 5) que manipularon cuando se destapó la farsa (porque de facto es una farsa creer que se pueden crear cremas para embellecer con grasa humana, jabones o "aceite", y esto último se desprende con la "investigación" hecha en 1989) y Ricardo Uceda investigó (la información puede ser tomada en este link: http://www.poder360.com/article_detail.php?id_article=3011) con múltiples casualidades: La ley que se otorgó para proteger al policía en caso que mate a un delincuente, (es decir, la 982, y que reza así, más o menos):

D.L. 982: Está exento de responsabilidad penal “el personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía que, en cumplimiento de su deber, y en uso de sus armas en forma reglamentaria, cause lesiones o muerte”.


...la llegada del actual Presidente del Congreso hacia Trujillo para afirmar que se iba a acabar la delincuencia (palabras más, palabras menos). De perogrullo, si el policía matase a un delincuente, es porque el segundo está poniendo en riesgo la vida del primero. Eso está permitido. Pero por la forma en la que están los cuerpos (vía necropsia) éstos han sido torturados, y los hombres de ley virtualmente inmunes a todo ¿La policía ya se volvió ducha en evadir balas al estilo anime y, dicho sea de paso, los criminales son tan frágiles como una galleta de agua?

Y para que acompañe la comparsa, cuando saltó la noticia de Uceda, todos fueron un muro que tragaban las palabras con relación a Escuadrón de Muerte, Grupo de Aniquilamiento, Voldemort o algún asesino en masa con apoyo del Estado o policíaco. Desde Salazar hasta García y la fuerza de choque verbal que está presente en el Congreso: "Fantasía de la Oposición".

Mejor que digan: Son elucubraciones tan bien construidas que sería perfecto para un filme tipo Ciudad de Dios.

Y da la casualidad que el presidente García se haya desempolvado tan pronto (y lo que no es costumbre cuando el afectado no es la oposición) y tan tajante. Pero veamos lo de los escuadrones de la muerte:

- La Wikipedia comienza en su artículo con las ejecuciones extrajudiciales en plena Guerra Fría, en Rusia como URSS, para eliminar disidentes. Esa idea siguió usándose tiempo después (¿Los de la KGB alzaron las orejas?)

Emblema de la KGB.
- En Sudamérica, la Alianza Anticomunista Argentina, grupo de ultra derecha, fue pionera en el campo y estuvo muy activa a fines de 1973. Diez años después, 1500 personas finaron gracias a la AAA ¿Pero no eran más? Sí, 9000 "borrados".

José López Rega, jefe de la AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA (o AAA, que es la Alianza Anticomunista Argentina).
- La Caravana de la Muerte también tuvo sus buenos tiempos (flaco favor le hizo Pinochet a Chile) en 1973, que volaron sobre Chile y secuestraron (y eliminaron) 75 chilenos (aunque la ONG Memoria y Justicia diga que fueron 97). En el gobierno de A. Pinochet murieron 3000 personas.
Asesinados en Chile.
- El caso de Colombia ya es por la ira a las ideologías. Porque Kennedy creyó que el comunismo era una amenaza (y lo era, para sus intereses) o porque los conservadores colombianos hayan provocado El Bogotazo con la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, lo cierto es que las FARC (otrora Partido Comunista de Colombia) apareció junto a otros grupos (Union Camilista - Ejército de Liberación Nacional o EC-ELN o el Ejército Popular de Liberación), y el Frente Nacional (una mezcolanza de conservadores con liberales, algo realmente imposible para la época) desarrolla el Estatuto de Seguridad y Defensa de la Democracia para combatirles, pero eso afectó The Human Rights. Hasta ahora las FARC siguen.

- Bueno, amado Perú. No serás intocable, pero si no consideramos al Grupo Colina (¿Alguien dijo Fujimori?) o Rodrigo Franco (no te huyas, Alancito) me considerarán un inmoral ante la verdad.

Muestra de cariño hacia Alan García.
En suma, siempre han existido Escuadrones de la Muerte en las repúblicas, desde Estados Unidos con el Ku Klux Klan, que precisamente no es paramilitar, hasta Los Contras en el caso de Nicaragua. Y si mi presidente dice que no existen grupos de esa índole en Perú, es que existen. Y si dice que existen, es porque sí existen.
Los Contras, pro norteamericanos contra los sandinistas que estaban en el gobierno.
Los habitantes de Dak Son se negaron a ayudar al Vietcong (comunistas), por eso ellos los masacraron quemando sus hogares, calcinando a muchos y haciendo estallar sus chozas con sus armas.
Los soldados están cuidando de que nadie entre (mejor dicho, hacer disturbios) en el juicio que se le sigue a un miembro de los Jemeres Rojos, quienes hicieron estragos en Camboya.
El Ku Klux Klan, que hizo "mil maravillas" para que yo les nomine como los idiotas del milenio.
Por cierto, añadí un comentario en la página Poder, edición 360, acerca del trabajo y los comentarios que, por su carga visceral, me cuesta creer que los que tipearon no fuesen oligofrénicos (y con el perdón de ellos):
Con leer los comentarios, siento que hay muy poca tolerancia con los delincuentos ¿Apología a ellos? Ni de bromas, ellos hacen tanto daño a la población, y bajo diversas modalidades (desde el asesinato hasta la estafa y otros) pero rebajarnos a su nivel es inútil y destruiría lo poco que queda de la unidad del país ¿Carece de sentido lo que escribo? Sencillo: Si se crean escuadrones de la muerte, los policías inmersos en esto estarán con psicosis creyendo que los sospechosos son delincuentes a priori, sin siquiera verificar la veracidad de la información (si es que se ha investigado o fue un soplo) y así no se respeta el proceso legal por el que un pedazo de tierra se hace Estado: Nación con instituciones, (hasta el perno, pero instituciones) poblaciones y leyes. En suma, la sospecha será verdad y cualesquier inocente puede caer abatido ¿A qué no pensaron en eso quienes escribieron barbarie hecha letra arriba? El último comentario (lleno de hígado, por supuesto) llama mediocre a Uceda. No puedo negar la era oscura de Uceda, y su redacción no es mala, pero ellos están avalando la cultura de la prevención en su faceta negativa, tipo Cuba: Prevención del delito con supuestos. Me pregunto si quisieran tener criminales unidos por una sola causa: Su supervivencia. Mejor maten a los criminales y ya sabrán. Se les ocurriría unirse y podríamos entrar en guerra civil de Maleantes con Policías, sólo que los últimos gestarían más masacres sólo por el hecho de estar también al servicio de un criminal que pagase más por su existencia que los empresarios que intentan "defenderse" con esa limpieza social. En suma, masacrar delincuentes es malo, que no es lo mismo capturarles o que mueran en combate, pero por la necropsia está el problema: Ningún muerto abatido acaba así.