sábado, 24 de octubre de 2009

Lo más importante en el mundo icónico (dentro de mi imaginario).

Debo a la conjunción de Ficciones, y la creación de ARPANET, el uso de Uqbar. He buscado a la ligera lo que se me ha antojado, y que represente mucho para mí, aunque no creo que llene expectativas ajenas.



Mi deseo como corresponsal de guerra es que mis fotografías traumen a la humanidad para que nunca más sientan la necesidad de hacer peleas, llegándolo a mutar en tabú.



Dos cosas: La película la veré miles de veces y no me aburriría, y su frase más celebérrima (pero que por desgracia es omitida) es "los sueños están hechos de la misma tela que la realidad" o algo así. Segundo, la fotografía de la película (portada) ofrece una perspectiva bella, algo siniestra...



Si no fuese porque tuviese ese estúpido sombrero de caza, sería la imagen perfecta. Conan Doyle tiene un atractivo que, de los cuentos que no involucran a Sherlock, contrasta abismalmente con ciertos escritos suyos ¿Por qué Sherlock opacó a su papaíto? A leer, y ahora.




Mi papá, sin lugar a dudas. Su libro más emblemático "El libro de la Selva" es la razón por la cual yo he escrito libros, poemas, cuentos, etc. Sin Kipling, es más, creo que me habría ido a nadar al Rímac en pleno huaico.




Uno de los archiamos de la música contemporánea, Frank Zappa hace de los ruidos (ello queda patente en su disco con la banda The Mothers of Inventions) una melodía tétrica, digno de un mundo siniestro. Y la imagen me agrada, así que no hay excusa para decir que es mejor lanzarlo al toilet.




Sería una fotografía mía, pero no tengo muchas asociaciones, y menos con uglypeople. Hay una expresión "Photoshopesca" en los gestos que da miedo no usar Colgato o alguna pasta dentífrica.



Una de las películas por excelencia de los dibujos animados para niños. La expresión de absoluta tristeza me recuerda que debo escuchar Turn of the century para desgarrar mis venas.



La belleza de lo bucólico siempre me ha llamado la atención. Diana no se queda atrás.



La ópera de los dos centavos, de Bertolt Bretch, actuado en España. Bertolt escribe teatro, cuentos y poemas (Días de calendario y el Círculo de Tiza Caucasiano está entre los útiles, aunque Galileo Galilei no está mal).

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